El sector aeronáutico estadounidense rompió en 2006 con las espiral de pérdidas y recuperó el aliento cinco años después de los ataques suicidas del 11-S. El grupo American Airlines cerró así el pasado ejercio un beneficio de 231 millones de dólares (179 millones de euros), las primeras ganancias desde 2000, tras obtener unos ingresos de 22.600 millones en 2006. La reducción de costes operativos, la alta demanda y la caída en el precio del queroseno están detrás de esta mejora.
El grupo AMR, que también gestiona la aerolínea regional American Eagle, registró unas pérdidas de 857 millones en 2005. Los resultados de 2006 habrían sido aún mejores si la compañía no se hubiera visto obligada a cancelar numerosos vuelos en noviembre y diciembre debido al mal tiempo, lo que provocó que su beneficio en el cuarto trimestre fuera de apenas 18 millones. Aún así, la progresión es espectacular si se compara con los 600 millones que perdió en el último trimestre de 2005.
La menor energética permitió, sin embargo, a la compañía reducir el gasto en queroseno en 140 millones de dólares durante el tercer trimestre, lo que a su vez permitió rebajar los costes operativos en un 6%. Gerard Arpey, presidente de AMR, dice que estos resultados representan un paso clave en el plan de reflote de la compañía, y que espera consolidarlo en 2007.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de enero de 2007