Un niño de 22 meses de edad falleció en la madrugada de ayer en Campos (Mallorca), después de haber ingerido una dosis de metadona de manera accidental, según confesaron sus padres, que quedaron detenidos acusados por supuesta imprudencia con resultado de muerte.
La madre, M. J. O. S., de 37 años, sigue un programa de mantenimiento con metadona, en el curso del proceso de deshabituación y desintoxicación del consumo de heroína. El padre, M. C. S., de 40 años, es un trabajador manual. Ninguno tiene antecedentes penales. La pareja se había instalado recientemente en Campos, una población mallorquina que vive una explosión inmobiliaria y una alta demanda de mano de obra. La víctima era el único hijo de la pareja.
El menor, según la versión familiar, de noche y en un descuido de sus progenitores, tomó el contendido del recipiente en el que estaba la metadona disuelta, al confundirla con un vaso de agua. Los padres aseguran que no se percataron del incidente. La madre descubrió la tragedia a las 2.30, de acuerdo con el relato ofrecido a los médicos y a la Guardia Civil, al observar que su hijo no respiraba, estaba inmóvil y no respondía a sus estímulos ni intentos de reanimación.
Sobre las tres de la madrugada, la pareja llevó al pequeño al servicio de urgencias del puesto de atención sanitaria de Campos. Allí se certificó de inmediato el óbito infantil, sin que pudieran ser efectivos los mecanismos médicos de recuperación. El médico calculó que el fallecimiento se produjo entre tres y cuatro horas antes de su llegada al centro médico y, de inmediato dio cuenta del suceso a la Policía local y a la Guardia Civil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de enero de 2007