Los Mossos d'Esquadra detuvieron el año pasado en Barcelona a 1.493 menores, un 21% menos que en 2005. Los arrestos por pequeños hurtos, que son los más frecuentes, registraron un descenso todavía más significativo (64%). La policía autonómica atribuye estos datos a la Operación Bucarest, que por primera vez permitió encarcelar a cinco familias rumanas que obligaban a sus numerosos hijos a robar. Esta operación, según fuentes policiales, disuadió a otras familias.
La ropa de marca y la tecnología de última generación son los dos productos que más atraen a los delincuentes juveniles, según se desprende de un informe elaborado por la Unidad de Menores de los Mossos. Más de una tercera parte de los detenidos en 2006 son reincidentes. Y casi la mitad son de nacionalidad española. Los menores marroquíes representan un 12%, lo mismo que los rumanos.
Un 40% de los delitos cometidos por menores se producen en Ciutat Vella y el Eixample. Al contrario que en otros distritos, en Horta-Guinardó los arrestos subieron un 131% (de 29 a 67). La policía también está preocupada porque, aunque los delitos bajan en general (robo de vehículos, robos con fuerza o estafas) ha crecido la violencia de los menores en el ámbito familiar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de enero de 2007