"Las condiciones sanitarias eran nefastas", explicó uno de los técnicos del Ayuntamiento de Alicante que participó ayer en la inspección realizada en once comercios, hospedajes o locutorios de varias calles del centro de la ciudad. Colchones en el suelo, techos en mal estado y la suciedad reinaban en la tercera planta de una pensión ubicada en la calle San Francisco inspeccionada y que fue precintada por la Policía Local.
El dueño del establecimiento escuchaba con aparente calma las explicaciones de los agentes policiales y los técnicos del Ayuntamiento. "La segunda planta está destrozada y el estado del edificio es fatal", resumía uno de los funcionarios a la salida tras ultimar su trabajo de la Pensión Mira, en la calle San Francisco del centro de Alicante. La tercera planta fue precintada "por el servicio de prevención de incendios, por seguridad y salubridad".
La pensión fue el plato fuerte de una inspección rutinaria que ayer realizaron la Policía Local, Bomberos y por técnicos de las concejalías de Comercio, Sanidad y Urbanismo del Consistorio que preside Luis Díaz Alperi. Once visitas que tuvieron resultados dispares. Se levantaron actas por carecer de licencias, por no poner las listas de precios en un locutorio o por carecer de luces de emergencia y de extintores.
Las inspecciones se realizaron en los establecimientos ubicados en las calles San Francisco, Manero Mollá y Valdés, en las inmediaciones del Portal de Elche. Este tipo de revisiones son periódicas y habituales.
En otra pensión, los inspectores levantaron acta tanto por motivos sanitarios como porque el negocio carecía de licencia para la planta segunda de las cuatro que lo componen y también por falta de documentación. La entrada de los responsables municipales desató el nerviosismo del encargado del local, que en un deficiente castellano emplazaba a la llegada del dueño de la pensión para ofrecer las explicaciones pertinentes. Cuando este llegó, visiblemente nervioso, echó a los periodistas que seguían a la comitiva inspectora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de enero de 2007