Percanova ha dado marcha atrás a la construcción de tres piscifactorias en Lugo por discrepancias con la Xunta. La compañía atribuye la repentina suspensión de los proyectos, subvencionados con 690 millones de euros de dinero público, a la tardanza del plan que ultima el Gobierno bipartito para ordenar el sector de la acuicultura en Galicia. Fuentes cercanas a la negociación sostienen, sin embargo, que el origen del desencuentro se debe a que la empresa se negaba a aceptar la edificabilidad y condiciones técnicas de las plantas que fija la normativa vigente, aprobada por el PP antes de dejar el Ejecutivo.
El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, se había reunido el pasado lunes con miembros del Gobierno gallego para diseñar las plantas de rodaballo que pretendía construir en Ribadeo y Xove. Tres días después, la compañía pesquera envió un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el que anuncia que no ejecutará estas inversiones a corto plazo por la "falta de un plan sectorial adecuado para habilitar espacios y desarrollar proyectos viables." La aprobación de ese plan de acuicultura al que se refiere Pescanova está prevista para el próximo mes de marzo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de enero de 2007