Carles Veiret, dueño del piso ocupado de la calle de Urgell de Barcelona, entregó ayer al juzgado las escrituras que lo acreditan como titular de la vivienda y los presupuestos de la reforma. El propietario denunció en noviembre que el piso que heredó, y que pensaba reformar, está ocupado por cuatro personas chilenas, quienes, a su vez, aseguran que tienen un contrato de alquiler verbal con una persona que se presenta cada mes a cobrar.
Veiret relató ayer las circunstancias en que encontró su piso ante la titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona, que ha abierto diligencias por un presunto delito de usurpación y el próximo jueves tomará declaración a los ocupantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de enero de 2007