La policía local de Tona (Osona) localizó el jueves a cuatro inmigrantes sin papeles bolivianos que trabajaban y vivían en condiciones infrahumanas en un taller de reparación y venta de vehículos. La policía detuvo a los dos responsables del taller, un padre y su hijo, vecinos de Sant Fost de Campsentelles (Vallès Oriental), que responden a las iniciales E. R. F. y E. R. B., de 69 y 27 años, respectivamente. Se les acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de quebrantamiento de medida judicial. Los inmigrantes habían accedido a trabajar en el taller con la promesa de un contrato de trabajo que nunca llegó y un sueldo mensual de 1.000 euros. En realidad, sólo cobraban poco más de 50 euros al mes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de enero de 2007