La Sexta tuvo una noche del lunes muy chévere. Para sustituir el espacio Tres en raya, que no había funcionado, estrenó Alessandra... sólo sexo, conducido por la argentina Alessandra Rampolla, un apellido predestinado. La Rampolla es una mujer joven algo voluminosa y aficionada a decir (con muy buen acento) frases en inglés, que no estoy seguro de que todos sus espectadores, en el plató y en las casas, entiendan. En general me pareció que Alessandra nos sobrestima; así, mostró en pantalla un mini-vibrador masculino de última generación que parecía muy prometedor pero impracticable para los que encontramos difícil abrir una lata de sardinas, aunque lleve tirador. El mini-vibrador no lo llevaba. El punto culminante del programa fue la entrevista a la Miss España Lorena Bernal. Lorena, la miss, respondió con admirable falta de prejuicios a las preguntas rampollescas, que van de lo divulgativo a lo indiscreto. Y así pudimos enterarnos de que la Bernal nunca ha fingido un orgasmo (a Alessandra se le abrieron los grandes labios de su cara al oír esto), y que su especialidad en la cama es "variar" cada vez. Guapísima y concienzuda muchacha.
Había también las habituales encuestas a pie de calle, y un consultorio telefónico en el estudio. Aquí brilló el genio oral de Alessandra, con muchos chéveres y unos consejos optimistas, aunque no sé si útiles para la acongojada espectadora que llamaba por un problema de gases emitidos a destiempo, y que lejos de calentar la atmósfera erótica del momento habían enfriado del todo a su partenaire. Y a una Valeria de acento catalán temerosa de iniciarse en el sexo anal que le pedía su novio, Rampolla le dijo que por supuesto, pero haciéndolo "con mucha comunicación y mucho cariñito". En Noche Hache (Cuatro), Eva y su invitada, la estupenda actriz Lucía Jiménez, no hablaron de sexo sino de Shakespeare. El Gran Wyoming, sin embargo, en la repetición de madrugada del siempre divertido El intermedio (La Sexta), nos sorprendió con una revelación: los osos panda necesitan para excitarse películas porno de otros plantígrados montándoselo. No somos nadie.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de enero de 2007