Benedicto XVI alertó ayer del pecado que supone la producción de programas, películas o videojuegos que, dirigidos a un público menor, muestran contenidos violentos. Estos productos son una forma de "perversión" que hace de los jóvenes "víctimas de la violencia, la explotación y el abuso".
"Toda tendencia a producir programas, incluso películas de animación y videojuegos, que exaltan la violencia y reflejan comportamientos antisociales o que, en nombre del entretenimiento, trivializan la sexualidad humana, es perversión, y mucho más cuando se trata de programas dirigidos a niños y adolescentes", escribió Benedicto XVI en el mensaje de este año, con motivo de la 41 jornada mundial de las comunicaciones Sociales basado en el tema Los niños y los medios: un reto para la educación.
El Papa comparó esa forma de actuación con el mensaje de Cristo, cuando dijo que "aquél que escandaliza a uno de estos pequeños más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino". Asimismo, exhortó a los responsables de la industria de los medios para que formen y motiven a los productores "a salvaguardar el bien común, a preservar la verdad a proteger la dignidad humana individual y a promover el respeto por las necesidades de la familia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de enero de 2007