El Ministerio de Educación ha rechazado la petición de la Generalitat de Cataluña de modificar el decreto que fija desde el curso próximo un mínimo de tres horas semanales de castellano en la escuela. La mayoría de las escuelas catalanas imparten sólo dos horas de castellano a la semana, hurtando una para explicar en catalán las estructuras lingüísticas, algo que permitían los anteriores decretos. En adelante no podrán hacerlo.
El consejero de Educación, Ernest Maragall, no se opone a que se incrementen las horas de castellano, pero afirma que el decreto del Gobierno central invade competencias que la Generalitat tiene desde que fue aprobado el Estatuto catalán. La Generalitat no ha decidido si acudirá a los tribunales, tras ver rechazado su requerimiento ante el Gobierno. ERC, socio de gobierno, y CiU desde la oposición le emplazan a recurrir al Constitucional.
El Gobierno central siempre decide los contenidos mínimos que han de estudiar todos los alumnos y deja un margen para que las comunidades lo completen a su albedrío. Las comunidades con lengua cooficial disponen de 10 puntos porcentuales más sobre el tiempo escolar para decidir qué se estudia en esas horas. Se trata con ello de que encajen la enseñanza de su idioma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de enero de 2007