El proyecto de construcción de un puente de 300 metros de longitud sobre el pantano de Canelles (Noguera), el más grande de Cataluña, ha despertado una oposición entre colectivos excursionistas y ecologistas de Lleida y Huesca, al considerar que el viaducto significará una nueva agresión al desfiladero de Montrebei, paraje protegido por leyes autonómicas, estatales y europeas.
El malestar suscitado por esta iniciativa, impulsada conjuntamente por las administraciones catalana y aragonesa, se suma a la ya existente desde finales del verano pasado, cuando la compañía Fecsa-Endesa anunció su intención de construir en tres años un dique en la cola de este pantano, en el cauce del río Noguera Ribagorçana, con fines hidroeléctricos, lúdicos y deportivos. Las dos obras, el dique y el puente, cuenta con la aprobación de los alcaldes de los dos territorios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2007