Falta de pruebas, investigación manipulada, juicio paralelo e instrucción viciada son los argumentos que ayer expuso la defensa del anestesista Juan Maeso para proclamar la inocencia del único imputado por el contagio masivo del virus de la hepatitis C en cuatro hospitales valencianos entre 1988 y 1998.
El abogado Francisco Davó, que inició su informe de conclusiones ante la Audiencia de Valencia, afirmó que el médico es "un chivo expiatorio" del contagio que liberará a la Consejería de Sanidad de sus responsabilidades. Maeso está acusado de 271 delitos de lesiones graves y cuatro con resultado de homicidio intentado (las víctimas ya fallecidas). El fiscal pide 2.208 años de cárcel y más de cinco millones de euros de indemnización.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2007