Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, rozó la emoción repasando los mimos recibidos por los parques, jardines y hasta campos de petanca de la ciudad, desde su llegada a la alcaldía. Lo hizo en el edificio Veles e Vents, en el nuevo puerto, rodeada de su equipo que jaleó sus logros en materia arbórea hasta la exageración. "Qué modesta es la alcaldesa, que no ha incluido el parque de L'Albufera en sus cuentas", apostilló Cristina Serrano, secretaria autonómica de Territorio. "Valencia crece verde hacia el mar", resumió Barberá al presentar los fastos de la capitalidad europea del árbol, que celebrará Valencia en marzo. La alcaldesa colmó las expectativas ante tan rimbombante efeméride: concursos fotográficos, talleres educativos y hasta competiciones de trepa de árboles entre el 6 y el 10 de marzo (www.capitaleuropeadelarbol.com).
En el otro extremo de la ciudad, en el barrio de Torrefiel, los candidatos socialistas Joan Ignasi Pla y Carmen Alborch celebraron el día del árbol en un solar. Plantaron un olmo ante los vecinos, que engalanaron sus balcones con pancartas reclamando un parque para el barrio. Los socialistas aprovecharon el acto para prometer una ciudad con un árbol por cada tres habitantes, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Es decir, una Valencia con 110.000 árboles más. El crecimiento urbano hacia el mar, a juicio de Alborch, es gris en lugar de verde. "Transformaremos el paisaje urbano actual en una fronda armoniosa", prometió la candidata a la alcaldía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de febrero de 2007