Un espeso silencio cayó con fuerza sobre el Camp Nou mientras se digería la primera derrota de la temporada. Cayó el Barça ante el equipo aragonés en el primero y tercer año de Rijkaard y a final de este mes se apresta a una proeza si quiere seguir en el torneo.
El mazazo fue grande porque el escaso público animó con muchas ganas al equipo durante toda la primera parte. Tanto que arropó a Ronaldinho todo lo que pudo, en un claro gesto de demostrar sus ganas de reconciliación, y se volcó con la pareja de laterales. Zambrotta, que demostró un buen entendimiento con el brasileño -"Es fácil hacerlo con él", dijo después-, escuchó por primera vez cómo el público coreaba su nombre y Oleguer, que vuelve a ser titular tras muchos meses en el banquillo, lo oyó varias veces más.
Pese al 0-1, Rijkaard fue optimista porque dijo que al Barça, que no perdía en el Camp Nou desde hacía un año, ante el Atlético, en la Liga, le queda otra oportunidad de llegar a las semifinales en La Romareda. Subrayó que los mejores en el campo fueron los defensas. El holandés disculpó a los zagueros por el gol encajado y de alguna forma estiró de las orejas a los centrocampistas y los delanteros: "Zambrotta, que ha jugado un gran partido, Puyol y Oleguer han sido los mejores. El equipo ha empezado a jugar, hemos creado una dinámica pero no hemos podido continuarla porque se han perdido balones".
Rijkaard añadió: "Empezamos bien pero no hemos marcado la diferencia con goles. El Barça ha querido pero no ha podido", definió el técnico holandés. "En el segundo tiempo hemos querido acelerar más el ritmo, pero no hemos cumplido el trabajo", convino Rijkard.
Txiki Begiristain, director deportivo, también tuvo elogios para Zambrotta: "Antes de su lesión, ya había demostrado un nivel extraordinario. Tenía que coger el estado físico y en cuanto lo ha hecho ha jugado dos o tres partidos a un nivel que demuestra puede ser el mejor lateral del mundo".
El lateral italiano, que acaba de salir de una lesión y pidió el cambio a la hora de partido por precaución, hizo oídos sordos a los elogios recibidos y negó que el de ayer fuera su mejor partido desde que está en el Barça: "¡No! Lo importante era hacer un buen partido. Hemos tenido un poco de mala suerte porque han marcado a pelota parada. Nos queda la oportunidad de ganar allá".
Victor Fernández, entrenador del Zaragoza, concluyó. "Al final del primer tiempo vimos que les podíamos hacer daño; nos dio confianza". Y acabó. "No hay equipo en el mundo capaz de soportar las ausencias de jugadores como Eto'o y Messi".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de febrero de 2007