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AJEDREZ

Truco mágico

Estudio de E. Pogosiants.

Sachové Umenie, 1976.

Hay que buscar recursos incluso cuando parezca obvio que no existen, porque siempre hay tiempo para rendirse. Los jugadores muchas veces no siguen ese consejo, por cansancio o desmoralización ante lo que creen una derrota inminente o un empate insatisfactorio. La posición del diagrama es un excelente y asombroso ejemplo. Aunque las blancas tengan una torre de más, el primer análisis indica que deberán sacrificarla por el peón de h2 cuando corone, ante la presión del rey negro. Por tanto, y dada la presencia de alfiles que circulan por casillas de distinto color, el empate se perfila como inevitable. Sin embargo, el compositor Pogosiants encontró la bella idea ganadora, que puede ser útil en una partida: 1 Tf1, Re2 2 Th1 (si 2 Tb1?, Ae1!, y las blancas estarían obligadas a empatar con 3 Tb2+, Ad2 4 Tb1, Ae1, etcétera) 2... Rf2 3 b4, Rg2 (y aquí parece que se ha acabado lo interesante: la torre blanca se irá, el peón de h2 coronará, la torre deberá inmolarse y el final será de claro empate; pero hay un truco mágico que en realidad es lógica: se trata de aprovechar que el rey negro quedaría arrinconado en una casilla blanca, atacable por tanto por el Aa2...) 4 Ad5!! (fuerza a tomar la torre porque de lo contrario las blancas moverían su rey, controlando todo el tablero) 4... R - h1 5 Rf3! (cualquier otra jugada llevaría al empate; pero ésta amenaza el alfil, que debe evitar la jugada Rf2 mate, y no hay solución) 5... Rg1 (si 5... Ae1 6 Re2+, gana el alfil; lo mismo ocurre con 5... Ah4 6 Rg4+) 6 R - g3, y las blancas ganan fácilmente. Correspondencia: ajedrez@elpais.es

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de febrero de 2007