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Expertos critican la comodidad de los hombres en las labores domésticas

Las mujeres europeas dedican tres horas diarias más a las labores domésticas que los hombres. Este dato se recoge en las últimas estadísticas publicadas sobre la conciliación de las vidas familiar y laboral de los hombres y fue uno de los puntos de partida de la conferencia internacional All Together que se celebró ayer en Jerez.

Expertos nacionales e internacionales ofrecieron su particular punto de vista sobre los cambios que debe liderar el hombre para incorporarse a la igualdad de sexos y la conclusión es clara: "Los hombres deben salir de la comodidad". Éste fue, al menos, el principal mensaje que lanzó Luis Bonino, director del Centro de Estudios sobre la Condición Masculina de Madrid, quien considera que el sexo masculino "debe dejar de justificarse" y protagonizar "el cambio del comportamiento desigualitario". "Actualmente se tolera que el hombre sobrecargue a la mujer en la vida familiar mientras que nunca se toleraría esa dejación en el ámbito laboral", concluye Bonino.

Unas diferencias en el comportamiento que se acentúan o se reducen en función de la implicación de las instituciones y de las empresas. Mette Fink-Nielsen, representante de la compañía danesa de Mejores Prácticas, explicó en su conferencia que la firma para la que trabaja ha habilitado acciones para implicar a los padres en el permiso de paternidad. Para empezar, se le facilita al primerizo una mochila en la que encuentra el material base para atender a su bebé y multitud de folletos informativos. Además, los trabajadores de esta empresa danesa disponen de 12 semanas de permiso de paternidad en las que cobran la totalidad del salario.

En España aún queda un largo camino. Según dijo Daniel Leal, coordinador del programa Hombres por la Igualdad de la delegación municipal de Género del Ayuntamiento de Jerez, ente colaborador de la conferencia, un último estudio revela que el 75% de los hombres reconoce que nunca ha planchado. Esto evidencia "la necesidad ineludible de que nos incorporemos a la conciliación de la vida laboral porque ya es de justicia", concluyó.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de febrero de 2007