El problema del acceso a la vivienda en Barcelona promete convertirse en uno de los ejes de la campaña electoral. Ayer, el debate de la memoria social de la vivienda en el pleno municipal fue un aperitivo de ello.
La memoria sostiene que desde 2005 el Ayuntamiento ha impulsado 10.700 pisos de protección -que están en diferentes fases-, lo que representa el 54% de concentración del mercado público frente al libre. Convergència i Unió (CiU) y el PP, en cambio, argumentaron que el consistorio ha ido vendiendo suelo para sanear las cuentas municipales. La polémica se zanjó con la intervención del alcalde, Jordi Hereu, quien rechazó el argumento de la oposición: "El Ayuntamiento ha destinado 310 millones de euros a la obtención del suelo y 170 millones de euros para la construcción de pisos por el patronato. No me pueden decir que eso no es nada porque eso no es verdad".
Por otra parte, la propuesta del Partido Popular de que el consistorio se adhiriese al Día Internacional de la Lengua Materna, como vía para expresar "la conformación plural y bilingüe de la capital" donde conviven el catalán y el castellano no salió adelante. El PP presentó una declaración que no fue apoyada por ninguno de los grupos del consistorio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de febrero de 2007