La pausa energética ocurrida el jueves cerca de las 20 horas ha servido para demostrarnos dos cosas: la unión hace la fuerza, y los que más energía consumen no son los hogares. El descenso en España, tan sólo del 2,5% del consumo energético durante los cinco minutos de apagón, nos dice que las políticas de reducción del consumo, más enfocadas al ámbito doméstico, están mal diseñadas por cobardía. Los entes que más consumen son las fábricas cuyos procesos industrializados requieren de todo un protocolo para ponerse en funcionamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de febrero de 2007