Raúl salió del vestuario con un gesto de hartazgo. Resopló. Miró a su alrededor con ademán cansado y dijo: "Hemos empezado la segunda vuelta con dos derrotas en dos partidos. La situación no es agradable. Pero hay que seguir adelante. No queda más remedio". El capitán no quiso opinar sobre la manifestación del público contra el palco y el banquillo. "De eso que hable el club", masculló; "yo sólo hablo del partido".
"Hoy hemos hecho un gran esfuerzo sin recompensa", se quejó Raúl a continuación; "unas veces por el árbitro, otras por el palo... Hemos tenido diez ocasiones claras y el Levante ha llegado una sola vez. A veces, hemos perdido sin tener ocasiones. Hoy no ha sido el caso. Hemos llegado, hemos fallado y, a medida que pasaba el tiempo, iba creciendo la ansiedad. Las cosas vienen así y hay que aceptarlo".
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Lo más parecido a una declaración política por parte del capitán fue un reclamo a la paz social: "Queremos estabilidad y queremos más unidad... Depende de nosotros. Queremos ofrecer buenos resultados a la afición y no podemos. Pero queda Liga. Incluso si ganase
[todavía estaba jugando en Pamplona] el Barça, todavía tendríamos posibilidades".
Salgado, otra de las autoridades del vestuario del Madrid, lamentó la tosquedad de su equipo. "No tenemos claridad", dijo; "nos falta claridad de ideas. No podemos tener el balón ni hacemos jugadas de gol. En general, jugamos mal. Aunque hoy, con un poquito de suerte, habríamos ganado claramente".
"Es comprensible que la gente esté harta", dijo Salgado en referencia a la protesta del público; "la gente ha explotado. Es normal. Después de lo que viene pasando en los últimos años, esto es normal. Necesitamos tranquilidad y en el club, en estos momentos, no la hay".
"La culpa tiene que ser de todos, no del míster o de los jugadores como muchas veces se ha dicho", prosiguió Salgado; "en el vestuario hemos tenido una sensación de impotencia. La pitada de la gente ha sido unánime. Lo más cercano que recuerdo fue un 5-1 ante el Zaragoza hace cinco años".
A sus 19 años, Higuaín se ha visto obligado a asumir la responsabilidad de las figuras centrales en el Madrid. "Vamos a luchar a muerte por la Liga y la Champions", dijo; "mientras haya posibilidades de ganar títulos, lo daremos todo. Hoy no hemos tenido suerte. El gol no ha entrado".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de febrero de 2007