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El Juzgado interviene las cuentas del detenido por estafa en la venta de oro

El Juzgado de Instrucción 5 de Granada ha ordenado la intervención de las cuentas bancarias, los depósitos y todos los activos financieros a nombre del gestor de la empresa granadina de servicios financieros Beaver Financial Corporation, que se encuentra en prisión provisional desde mediados de enero como presunto autor de un fraude en la compra y venta de oro. El juez ha pedido también al Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales y Delitos Monetarios que le remita la certificación de todas las transacciones internacionales que realizara el detenido, César M. C., entre el 1 de enero de 2005 (cuando supuestamente empezó a funcionar su empresa) y el 13 de enero de 2007 (cuando el juez decretó prisión provisional sin fianza para el gerente).

Según el auto firmado por el juez, de la investigación se desprende que el detenido creó la compañía para captar inversores, con quienes se comprometía a invertir el capital aportado "en el mercado denominado oro electrónico" por medio de una empresa en Londres. César M. C., según el juez, prometía devolver el dinero en 42 días con una rentabilidad de hasta el 75%. "En base a ello presuntamente habría destinado las captaciones de nuevos capitales de clientes a satisfacer el capital e intereses de los clientes anteriores, en lo que se denomina sistema piramidal", explica el juez, quien añade que "ante la insostenibilidad de la operativa", el detenido adujo frente a sus inversores que el servicio de prevención de blanqueo del Banco de España le había paralizado todas las cuentas. Como prueba y para calmar los ánimos de sus clientes, César M. C. les mostró una resolución "presuntamente falsa" de la entidad financiera.

Según el juez, el detenido ha reconocido que el número de afectados por la trama asciende al menos a 274 personas. Aunque no se ha podido determinar el importe del fraude, el magistrado lo presume "muy superior" al millón de euros.

La presunta estafa se destapó a mediados de enero, después de que un centenar de clientes de Beaver Financial Corporation se congregaran a las puertas de la sede de la compañía en Granada. Los clientes habían llegado hasta allí en busca de alguna explicación de por qué en los últimos meses no recibían los beneficios prometidos, que sí les habían llegado hasta el pasado verano.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de febrero de 2007