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El nuevo Gobierno holandés creará un Ministerio de Integración

Unida bajo un lema que podría traducirse en esencia como "Convivencia y trabajo", la nueva coalición holandesa de centro-izquierda ha decidido tomar las riendas de la integración social. Para empezar, serán creados dos nuevos ministerios que colaborarán en este ámbito: uno, de Integración y Vivienda, y otro, de Juventud y Familia. También se exigirá a padres y jóvenes que contribuyan de forma visible al bienestar general, y será perseguida la discriminación laboral. De no cumplir con este pacto brindado a la ciudadanía por los tres partidos de la coalición (democristianos, socialdemócratas y cristianos de inspiración calvinista), las familias deberán atenerse a las consecuencias.

A los progenitores que no se preocupen de que sus hijos aprendan bien el holandés, les esperan, por ejemplo, clases obligatorias de lengua. Si su prole menor de edad delinquiese o causase daños y molestias ciudadanas, los adultos deberán responder por ellos. Si la situación se desbordara, los padres recibirían apoyo educacional especializado. En cuanto a los jóvenes, tendrán dos opciones hasta los 27 años: estudiar o trabajar.

Los alumnos a punto de coronar la secundaria cumplirán un servicio social de tres meses para luego decidir si prefieren seguir estudiando o buscar empleo. En caso contrario, perderán los subsidios sociales para salir adelante. En cuanto a las madres solteras en paro y con ayudas del Estado, no serán obligadas a buscar trabajo. Sí serán ayudadas a completar su formación para poder conseguirlo.

Aunque el reparto de ministerios no estará listo hasta el próximo 19 de febrero, Wouter Bos, hasta ahora líder de la oposición socialdemócrata y uno de los nuevos pilares de la coalición entrante, se perfila como viceprimer ministro y titular de Finanzas. André Rouvoet, jefe de la Unión Cristiana, espera hacerse con la cartera de Juventud y Familia. El democristiano Jan Peter Balkenende, el otro soporte esencial del pacto de Gobierno, conservará el cargo de primer ministro. Los escollos del pacto fueron para el socialdemócrata el que no se debata el apoyo holandés a la guerra de Irak; para el democristiano, la amnistía general concedida a los inmigrantes.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de febrero de 2007