La presencia de la Compañía Nacional do Bailado de Portugal en el Teatro de Madrid (hasta el domingo) trae a colación la falta de una compañía titular de ballet clásico en España, lo que reivindican artistas de la danza y otros implicados desde hace años; la demostración de esta sed de ver buen ballet académico está en que ya han colgado en el coliseo de La Vaguada el cartel de "no hay localidades".
La compañía lusa ha tenido muchos altibajos y cambios drásticos en sus estéticas, y a veces ha sido muy criticada por la prensa local por su errática programación. Pero finalmente parece que las cosas se enderezan. De hecho, la agrupación del Teatro San Carlo aparece hoy más cohesionada, con un mejor nivel de baile y ha asumido de nuevo los grandes clásicos. Primero fue una Giselle hace unos cuatro años y ahora este Lago de los cisnes, que se ve reforzado en las funciones de Madrid con la presencia de importantes solistas internacionales, entre los que destacan el cubano Carlos Acosta (primera figura del American Ballet Theatre), que baila el sábado, y la rumana Alina Cojocaru, una de las estrellas del Royal Ballet de Londres, que bailará el domingo con el español Carlos Pinillos, primer bailarín de la Compañía Nacional do Bailado.
Pinillos procede de la escuela de Víctor Ullate y del Ballet de la Comunidad de Madrid, donde hizo sus primeros papeles solistas, entre ellos un inolvidable Cupido en Don Quijote. Ahora, más maduro, su Príncipe Sigfrido es valorado como un sensible trabajo que aúna técnica depurada con una actuación de carácter romántico, y hace coincidir su carrera de bailarín con su trabajo de diseñador de escenografías y vestuarios.
El lago de los cisnes portugués es en general respetuoso con el canon tradicional y el esquema coréutico de repertorio, que es probablemente lo que pida, por derecho propio, el más visto de todos los ballets clásicos rusos. La obra maestra de Marius Petipa, Lev Ivanov con la partitura de Chaikovski atrae a los más variados públicos, a grandes y pequeños, a balletómanos o aficionados a la gran música sinfónica rusa.
El lago de los cisnes. Compañía Nacional do Bailado de Portugal. Teatro de Madrid. www.artibus.es
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de febrero de 2007