Leo su periódico relajadamente cada día y me llevé una desagradable sorpresa leyendo el artículo Bienvenidos a la revolución, publicado el lunes 12 de febrero. En dicho artículo, que hablaba del turismo político de Venezuela, se utilizaba el término globalifóbicos, principal motivo de mi disgusto. ¿Significa esto que aquellas personas que luchamos por una globalización alternativa tenemos algún tipo de trastorno psicológico que nos hace temerle a la globalización? En mi opinión, es un simplismo que no hace sino desprestigiar nuestros argumentos sin considerarlos primero.
Creo que desde los medios de comunicación se cae continuamente en el mismo error. Se habla de estos movimientos sociales, que no olvidemos que luchan por cambiar el sino del Sistema-Mundo Capitalista, con nombres despectivos y/o que generan una imagen negativa. Sin ir más lejos cuando se habla de "movimientos antisistema", que da un aspecto incluso violento, cuando la verdad es otra.
La verdad es que es un movimiento globalicionista, término que subraya mi procesador de textos pero que me gusta más, que actúa en todo el mundo y persigue el freno del neoliberalismo y del control hegemónico de los países más poderosos del mundo. Y quizás persigamos una utopía, pero yo prefiero pensar que las cosas se pueden cambiar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de febrero de 2007