El secuestrador del vuelo de la compañía Air Mauritanie que aterrizó el jueves en Las Palmas, Mohamed Ould Abderrahmane, de 32 años, ingresó ayer en prisión acusado de tres delitos: apoderamiento ilícito de una aeronave, amenazas y tenencia ilícita de armas, según informó el Tribunal Superior de Canarias. Abderrahmane declaró durante dos horas ante la titular del Juzgado de Instrucción 4 de Telde, que ordenó su ingreso en prisión y decretó el secreto del sumario.
Fuerzas de asalto de la Guardia Civil entraron en el avión secuestrado y hallaron a un grupo de pasajeros que inmovilizaba al joven. Le tenían boca abajo. Al ver a los agentes, el secuestrador gritó que su móvil era pedir asilo político en París, ya que había intentado, sin éxito, durante meses que la embajada de Francia en Mauritania le diera un visado.
Antes de subir al avión, el secuestrador, provisto de dos pistolas, pasó por un arco de seguridad averiado. Dentro del avión, desenfundó sus armas y secuestró la nave tras encañonar al comandante. Un grupo de viajeros le redujo después de que el comandante, cuando el avión tomaba tierra en Las Palmas, frenase en brusco el aparato. El secuestrador perdió el equilibrio y cayó al suelo, momento en que los pasajeros se abalanzaron sobre él, le echaron agua hirviendo y le dieron una brutal paliza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de febrero de 2007