Alejandro Martínez Martínez, el supuesto homicida de 43 años que mató a una vecina de Orusco tras atropellarla repetidamente el pasado lunes, logró burlar el cerco de la Guardia Civil y llegar a su casa. Pese a que decenas de agentes le buscaban por tierra y aire desde que se produjo el homicidio, Martínez, conocido como Montanche, se metió en su casa y se puso a dormir tranquilamente. Fue un vecino de la localidad el que le vio entrar y dio la voz de alarma, lo que permitió que fuera arrestado mientras descansaba en su cama.
El homicidio se produjo el pasado lunes, cuando Antonio Martínez atropelló, supuestamente, hasta cuatro veces a María del Carmen Valdericeda Moreno, conocida como Menchu, de 46 años. La mujer iba a dar una clase de manualidades cuando la furgoneta Peugeot Boxer blanca la arrolló hasta en cuatro ocasiones. Acto seguido, Martínez huyó a toda velocidad en dirección a Arganda.
La Guardia Civil montó un amplio dispositivo que estuvo apoyado por un helicóptero. Participaron agentes de Seguridad Ciudadana, perros adiestrados en rastreos, especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y guardias de Tráfico.
De poco sirvieron estas vigilancias, ya que Alejandro Martínez logró regresar hacia las 22.20 del martes a Orusco. Fue un vecino, Mariano Riva del Olmo, el que se percató de su presencia: "Bajaba con mi todoterreno por la calle donde vive Alejandro [calle del Portillo] cuando vi a una persona que me parecía él. Estaba a menos de 80 metros de su casa. Aflojé un poquito la velocidad cuando llegué a su altura. Él se giró, pero le reconocí".
Mariano Riva continuó su camino, pero aceleró un poco para llegar antes a su destino. Desde allí llamó al alcalde de la localidad, el socialista Adolfo Riva, quien avisó a la Guardia Civil. Varias patrullas acudieron en menos de diez minutos al municipio y lo bloquearon para evitar que Montanche huyera de nuevo. Sin embargo, hasta la una de la madrugada no fue arrestado el supuesto homicida, que se encontraba durmiendo, ajeno a la presencia de los agentes. Ese intervalo de tiempo fue el necesario para conseguir la orden judicial de detención. "Por lo menos, ha vuelto la tranquilidad al pueblo", reconoció el alcalde de Orusco.
Los agentes lograron recuperar la furgoneta en las proximidades de Arganda del Rey. Las primeras investigaciones apuntan a que Martínez dejó abandonado su vehículo y cogió algún tipo de transporte público para acercarse a algún municipio cercano. Desde allí fue andando hasta Orusco. De hecho, tenía las botas llenas de barro de haber andado por el valle hasta llegar a su casa. Ésta se encuentra en la parte más elevada del municipio.
El detenido fue trasladado a la casa cuartel de Arganda del Rey. La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de esta localidad, que se encarga del caso, estuvo presente en un registro que hizo la Guardia Civil con el detenido en la casa de éste. Comenzó pasadas las dos de la tarde y duró unos 45 minutos. Los investigadores sacaron tres bolsas con objetos de Martínez para su estudio. El detenido está pendiente de ser interrogado hoy por la mañana.
Los guardias civiles evitaron que el registro coincidiera con el funeral y el entierro de Menchu, que se ofició a las 11.30 en la iglesia del pueblo. Allí se vivieron escenas de mucho dolor, ya que la víctima era muy querida por todos los vecinos. Más de 300 personas acompañaron el féretro hasta el cementerio.
La víctima había denunciado el 13 de mayo de 2006 a Martínez. El caso, que fue devuelto desde Arganda al Juzgado de Paz de Orusco, estaba pendiente de un juicio de conciliación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de febrero de 2007