Poco después de las nueve de la mañana de ayer empezó a desmoronarse un edificio de tres alturas situado en el número ocho de la calle de Palomar de Valencia. Cuatro personas salieron huyendo mientras a sus espaldas caían el techo y las paredes. Dos niñas habían salido minutos antes para ir al colegio. En la finca, en la primera planta, se encontraba una sala de exposiciones de los galeristas Pep Benlloch y Mira Bernabéu con una muestra fotográfica. Las obras en el solar colindante, de vaciado de una finca antigua y de excavación, parecen ser la causa del desplome, cuyos daños han hecho que los servicios municipales califiquen de ruina la finca. Pep Benlloch explicó: "Las obras se han hecho sin ningún cuidado. Varias veces alguna de las dos familias que ocupan la primera y la segunda plana han advertido, incluso amenazado con una denuncia. Nos fuimos a la feria de ARCO, en Madrid. En estos días vino una enorme excavadora que ha removido tierra y tirado una pared trasera. Todo se ha venido abajo. Sólo queda en pie parte de la fachada, de la escalera y una habitación. Las cuatro personas que estaban dentro han salvado la vida de milagro. Bajaban la escalera corriendo y les caían cascotes".
En el número seis de la misma calle se encuentra la casa de Francisco Pérez Báyer, abogado y bibliófilo valenciano del siglo XVIII. También la constructora fue alertada de los daños que podía sufrir dicha finca.
Miguel Domínguez, concejal de Seguridad Ciudadana trasladó la responsabilidad del accidente a la empresa constructora y al arquitecto. Se limitó a decir que la obra contaba con licencia y que son los constructores "quienes han de estar al tanto del edificio".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de febrero de 2007