Alejandro Martínez Martínez, de 43 años, detenido el pasado miércoles acusado de matar a una vecina de Orusco tras atropellarla repetidamente, se declaró culpable del homicidio en su declaración ante la Guardia Civil, según fuentes del caso. El supuesto criminal manifestó que la víctima le tenía hechizado y que tenía que ser para él o para nadie. La titular del juzgado de instrucción número 2 de Arganda del Rey, que entiende del caso, decretó su ingreso en prisión sin fianza.
El crimen de Orusco (1.200 habitantes, a 55 kilómetros al este de la capital) se produjo la tarde del lunes, cuando Alejandro Martínez atropelló, supuestamente, a María del Carmen Valdericeda Moreno, de 46 años, en la confluencia de la avenida de la Paz con la calle del Puente. La pasó varias veces por encima con su furgoneta Peugeot Boxer. Después se dio a la fuga. Fue detenido la madrugada del miércoles en su casa, mientras dormía.
La Guardia Civil le interrogó ayer por la mañana antes de pasarlo a disposición judicial. El día antes, durante la detención, Alejandro Martínez señaló que no recordaba nada. Sin embargo, ayer cambió su declaración y reconoció que había matado a María del Carmen Valdericeda. Dio incluso detalles de cómo lo había hecho y recordaba a la perfección todo lo ocurrido. También añadió que se había obsesionado con la mujer y que se había convertido en una fijación para él, siempre según fuentes del caso.
La Guardia Civil registró el miércoles el domicilio de Alejandro Martínez, conocido como Montanche en el municipio, y halló varias notas en las que reflejaba su obsesión por Valdericeda. Este material, que está siendo analizado por los investigadores de Policía Judicial de la casa cuartel de Arganda del Rey, será remitido al juzgado. También está siendo analizada la furgoneta por parte de los especialistas de Criminalística.
El detenido fue puesto a disposición judicial a las 12.10 y fue interrogado por la titular del juzgado número 2 de Arganda del Rey durante una hora y diez minutos, aproximadamente, en presencia de la fiscal y de la abogada de la defensa. Tras oírle y haciendo caso de la petición del fiscal, decretó su ingreso en prisión incondicional y sin fianza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de febrero de 2007