Cataluña es una economía de pymes, pero cada vez menos. La patronal Pimec alertó ayer de la pérdida de peso específico de las pequeñas y medianas empresas en el tejido empresarial catalán. Aunque el peso de la pyme supera en Cataluña la media de la Unión Europea ampliada, los problemas son cada vez más evidentes: frente a las ganancias de competitividad de grandes y medianas empresas, las pequeñas, las micro -hasta 10 trabajadores- y las pymes sin empleados presentan una pérdida de competitividad del 1,4% anual, según el Anuario de la Pyme catalana 2006, presentado ayer por la patronal Pimec.
Las pérdidas de competitividad son generales y peligrosas por la competencia de los nuevos países de la Unión Europea. Pero hay sectores bien colocados para afrontar la nueva competencia: básicamente, las pymes que ofrecen servicios a las empresas, explicó el director de Economía y Política Empresarial de Pimec, Albert Roca.
"Hay consultoras e ingenierías que están compitiendo con éxito con empresas alemanas y danesas, aprovechando el outsourcing que hacen las grandes empresas en determinadas actividades. E incluso compiten con éxito en términos de costes laborales, similares a los de los tigres bálticos [Estonia, Letonia y Lituania]. Los datos desmienten la idea de que Cataluña tenga que convertirse en la Florida de Europa para sobrevivir", a juicio de Roca.
El presidente de Pimec, Josep González, advirtió también del problema de competitividad que supone para Cataluña la ampliación de la UE a los Veinticinco, ya que estos países recibirán fondos europeos con los que tienen previsto hacer importantes infraestructuras, cuyo déficit sigue siendo un problema para Cataluña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de febrero de 2007