Unos 400 jóvenes okupas se manifestaron ayer en Alcorcón (165.000 habitantes) para impedir el desalojo de una casa taller en la que realizan actividades desde hace tres años. Bajo el lema "Por la okupación, la autogestión" recorrieron varias calles de la localidad. La marcha discurrió de forma pacífica, con una presencia policial discreta. Los jóvenes montaron un sistema de seguridad para evitar cualquier altercado. No se permitían botellas y los asistentes utilizaban vasos de plástico.
Los responsables de la casa taller aseguran que han recibido una sanción administrativa del Ayuntamiento por realizar actividades en el exterior del centro. La multa puede ascender a 30.000 euros. "Hemos recurrido, pero esta actuación se puede entender como un desalojo encubierto porque no podemos reunir ese dinero". Un portavoz municipal asegura que el Ayuntamiento no ha emprendido ninguna acción para desalojar el colectivo. "El edificio no es propiedad municipal, por lo tanto, es imposible que nosotros intentemos que se vayan de ahí", dijo.
Carlos René, miembro de la escuela taller, explica que el edificio estaba abandonado y que ellos se han encargado de rehabilitarlo. "Pretendemos que sea un espacio de participación ciudadana. No somos un grupo antisistema, sino que estamos aquí para cubrir las carencias socioculturales".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de febrero de 2007