El español Cesc, a la derecha, protagonizó junto a Lampard, del Chelsea, una tangana al final del partido en la que se vieron envueltos todos los jugadores de los dos equipos, lo que obligó a saltar al césped a Arsène Wenger y a José Mourinho, sus entrenadores.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de febrero de 2007