El presidente de la República de Guinea (Guinea-Conakry), Lansana Conté, aceptó ayer sustituir al primer ministro por uno elegido entre los candidatos propuestos por la oposición y los sindicatos. Éstos, por su parte, han anunciado el fin de la huelga general que desde el 10 de enero ha sumido el país en una grave crisis, con más de cien muertos, la mayoría manifestantes por disparos de la policía.
Conté ha aceptado nombrar, de aquí al 2 de marzo, a un primer ministro de consenso, elegido entre los tres candidatos propuestos por los sindicatos y los dos escogidos por "la sociedad civil", explicó Ibrahima Fofana, uno de los líderes sindicales. Ésta era una de las exigencias de los convocantes de la huelga, que se inició por el deterioro de la situación económica y social del país. El conflicto se recrudeció al nombrar Conté, de 72 años, y en el poder desde 1984, a Eugène Camara, al que la oposición considera un títere. Conté decretó el estado de sitio y un estricto toque de queda el pasado día 12, pero la negativa del Parlamento a prorrogarlos, como pidió el presidente, ha supuesto un fuerte revés.
Según Fofana, aunque técnicamente la huelga terminaba la pasada medianoche, los trabajadores volverán a sus puestos mañana. Se dedicará el día de hoy a rezar por los muertos durante la crisis.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de febrero de 2007