Me refiero al artículo Ecological way of life cuyo autor es el señor Mañas, publicado en EL PAÍS el 18/2/2006. Estoy en desacuerdo con el señor Mañas por plantear la situación como un dilema excluyente, ya que en su opinión el aumento del nivel de vida y la bonanza económica conlleva inevitablemente el incremento del calentamiento del planeta, y que a pesar de las consecuencias catastróficas que los expertos proclaman, ningún Gobierno estaría dispuesto a impulsar medidas que afectaran negativamente a la situación económica y social de los países desarrollados reduciendo la emisión de los gases de efecto invernadero.
No es tanto cuestión de reducir el consumo energético y de los bienes cuyo uso contamina, cuanto el uso racional de ambas cosas. Y también el incremento de los medios e incentivos para el desarrollo de energías renovables no contaminantes, o menos contaminantes, que, a largo plazo, puedan absorber el aumento de demanda energética, y sobre todo en fomentar el uso y disfrute racional de la energía que evite el despilfarro del que ahora "disfrutamos". Nada de esto tiene por qué afectar negativamente a la economía de los países "contaminantes".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de febrero de 2007