La vida en los conventos de clausura, expuesta al público en el antiguo edificio del Banco de España de Santiago, ha atraído a más de 130.000 visitantes durante los siete meses que ha permanecido abierta. Con estos datos, el Consorcio de la ciudad pone hoy fin a esta exposición, que bajo el título de Intramuros recreó los ambientes de los monasterios compostelanos de San Paio, Santa Clara y Belvís. Estas tres comunidades religiosas se prestaron por primera vez a mostrar una recreación de cómo es su vida, tan poco conocida, de puertas para adentro.
La selección de las obras de arte comprendían cuadros, joyas y esculturas de entre el siglo XVII y el XVIII, si bien la originalidad de la muestra giró en torno al diseño, ya que Intramuros recreó todos los espacios de estos conventos de clausura, desde la iglesia y el coro, hasta las celdas donde viven las religiosas y el jardín donde descansan. Otra de las novedades incorporadas por la exposición fue su horario: los visitantes podían acudir ininterrumpidamente desde las 10 de la mañana hasta las 12 de la noche.
El Consorcio de Santiago define la aceptación de la muestra como un "éxito rotundo", tanto por el número de visitas como por la puesta en valor del patrimonio religioso de la ciudad. El programa de la exposición se completó con visitas guiadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de febrero de 2007