La misión del Parlamento Europeo que recorre estos días puntos negros del urbanismo en España visitó ayer el municipio almeriense de Albox, donde miles de británicos poseen casas en terreno rústico. La delegación europea se entrevistó antes con responsables de la Consejería de Obras Públicas y admitió, según el delegado en Almería, Luis Caparrós, que las quejas podrían ser consecuencia de "falta de asesoramiento y prudencia de los adquirientes". La Junta confía en que el informe que elabore la delegación europea refleje la "variedad de actuaciones" de la Administración andaluza para ordenar el territorio.
Caparrós despachó con el presidente y vicepresidente de la Comisión de Peticiones de la Eurocámara -donde se han interpuesto las denuncias de irregularidades urbanísticas-, el polaco Marcin Libick y el laborista británico Michael Cashman, respectivamente. Los europarlamentarios rehusaron hacer declaraciones a la prensa, si bien el director general de Inspección Urbanística de la Junta, José Ortiz, que explicó a la delegación la normativa andaluza, tildó el encuentro de "cordial".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de marzo de 2007