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El fiscal pide tres años a dos constructores por la muerte de un obrero

El fiscal pidió ayer tres años de cárcel para dos constructores, padre e hijo, por la muerte de un trabajador en una obra por la falta de medidas de seguridad.

En abril de 2004, el arquitecto técnico de una obra en construcción en Valencia, responsable además de la coordinación de seguridad laboral, acudió al edificio acompañado del arquitecto y del constructor. Existían unos problemas con los huecos diseñados para las salidas de humo. Había llovido durante varios días previos. En la inspección, el arquitecto técnico, de 63 años, piso la falsa cobertura del hueco del tragaluz y cayó desde una altura de seis metros. Estuvo 30 días en el hospital. Las heridas le causaron la muerte.

El inspector de trabajo que declaró ayer ante el titular del juzgado de Lo Penal número 12 de Valencia explicó la carencia de medidas de seguridad. El hueco no estaba cubierto por tablones de madera de grosor suficiente para soportar el peso de una persona. No había una barandilla que advirtiera de la existencia de un espacio que supusiera un riesgo, por el que no se pudiera transitar. No había ningún indicador. El hueco estaba tapado con tablas de poliespán que se rompieron nada más pisarlas el aparejador.

El fiscal pide al constructor y a su hijo, de la empresa Ricomar, que no tenía seguro alguno, dos años por un delito de homicidio por imprudencia y otro más por un delito contra la seguridad de los trabajadores.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de marzo de 2007