Imagínese. En el mismo pasillo de un Instituto de Enseñanza Secundaria tenemos tres aulas: en la primera, un profesor de Ciencias de la Naturaleza enseña a sus alumnos, maqueta mediante, el uso del preservativo, les advierte del peligro del sida; en la segunda, un profesor de Religión Católica anatematiza el preservativo apoyándose en la doctrina de la Iglesia, cuya autoridad moral sobre la sociedad -leyes, costumbres, salud y todo- viene avalada por su fe en el único Dios verdadero; en la tercera, un profesor de Lengua y Literatura comenta con sus alumnos un fragmento de La Regenta en el que se aprecia cómo la Iglesia abusa de su autoridad para dominar la vida pública y las conciencias incautas. ¿No sigue España siendo diferente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de marzo de 2007