"Conocía el llamamiento a no pagar por la prensa, pero ya me lo había planteado desde hace tiempo", contaba Nuria. Sin embargo, ayer pagó su billete porque "las puertas estaban cerradas" y no se dio cuenta de que se podía pasar sin usar la tarjeta. Sobre la protesta, Nuria asegura: "Si vendes un producto y es malo, devuelves el dinero y Renfe no lo hace".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de marzo de 2007