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El debate sobre el territorio

"Todo el sudor de nuestros padres ha resultado inútil"

De denunciado a víctima. El alcalde de Benissa, Juan Bautista Roselló, del PP, fue ayer el protagonista más llamativo de los encuentros que los europarlamentarios de la Comisión de Peticiones mantuvieron con los ciudadanos afectados por supuestos abusos urbanísticos. El regidor no dudó en meterse en la boca del lobo y se presentó en el salón de actos de la sede de la universidad en Benissa para trasladar a la comisión europea una queja contra el colectivo Abusos Urbanísticos No, que organizaba el debate. El alcalde tildó de acoso y derribo la denuncia de la plataforma urbanística por la supuesta casa ilegal que se está levantando en una parcela rústica de su propiedad.

Antes de este cara a cara entre los eurodiputados y los afectados, los representantes de la comisión vivieron otro momento impactante en la pequeña localidad de Parcent, también en la comarca de la Marina Alta. Precisamente una queja de los vecinos de este municipio de 1.100 habitantes ha acarreado la tercera visita de la comisión europea para supervisar el urbanismo valenciano. Los vecinos llevaron primero a los eurodiputados a las afueras del pueblo para contemplar el monte del Carrascal, donde se proyectan dos PAI. A continuación se trasladaron a un domicilio particular (el ayuntamiento no les cedió ningún local para celebrar la reunión) donde mantuvieron otro cara a cara con unos 160 vecinos, la mayoría propietarios de suelo donde se proyectan las futuras urbanizaciones. Los vecinos denunciaron que el ayuntamiento ha vulnerado todos sus derechos y no les ha informado nunca sobre sus proyectos. "Nos hemos visto forzados a vender", fue el comentario más unánime. Otros resaltaron el valor sentimental de los terrenos. "Todo el sudor de nuestros padres para dejarnos los campos ha resultado inútil", dijo otros de los vecinos.

Tras conocer de primera mano las quejas de los vecinos, la comitiva se trasladó al ayuntamiento. Allí la alcaldesa, Maricarmen López, del PP, arropada por los tres promotores de los PAI, presentó a los europarlamentarios una idílica postal de las futuras urbanizaciones. En una de las imágenes, se veía el monte del Carrascal totalmente deforestado, pese a que unos minutos antes los eurodiputados lo habían contemplado totalmente verde y cubierto de árboles. Los promotores justificaron las iniciativas ante el deterioro de las viviendas actuales, pero no pudieron responder por qué no rehabilitaban esas casas en lugar de construir otras de nueva planta. La alcaldesa también admitió a los eurodiputados que no había informado a los vecinos de las iniciativas urbanísticas de la corporación porque no lo consideró conveniente.

En el encuentro en Benissa con el colectivos de Abusos Urbanísticos No, los eurodiputados recibieron un sinfín de quejas de otros tantos afectados, entre ellas la presentada por la coordinadora valenciana contra los planes eólicos que proyecta el Consell en las comarcas del interior.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de marzo de 2007