Un siglo es demasiado para cualquier pueblo que quiera ser cada día más dueño de sus destinos, de sus progresos, de sus opiniones. Son muchas generaciones las que se perderían de ser cierto "el reloj" de Pekín. Luis Muñoz.
Si la democracia de la que hablan es la actual, o sea la de este "primer mundo", con sus 3.000.000 de seres humanos en el umbral de la pobreza, espero que no la alcancen nunca, simplemente por una cuestión de humanidad. Gaboardi.
No sé si China alcanzará la democracia en 100 años. Eso será un augurio, pero lo que no lo es, es que la Bolsa de un país comunista, como es China, se desploma y arrastra a Europa y Wall Street. ¿A que acojona? Bribón.
Me parece preocupante que alguien pueda prever un futuro de 100 años invariables. Defiendo el cambio, la espontaneidad y posibilidad de mejorar, o no, una situación presente. La democracia no es tampoco la única salida, aunque en estos días parece ser la mejor de las opciones políticas. Emilio F. Effe.
Si el modelo de democracia es el de EE UU, por ejemplo, es lo peor que les podía ocurrir: caos social, miles de grupos de interés en confrontación, un número indefinido de partidos políticos jugando al rastrerismo aprendido del marketing político occidental, legalización de la miseria, natalidad desatada... Ammu.
China ya tendría que ser democrática desde que ocurrieron los sucesos de la plaza de Tiananmen. Es incomprensible que en el siglo XXI todavía haya países que no son democráticos, en los que el voto de los ciudadanos sea libre para elegir a quienes les representen para gobernar. Rafael Gijón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de marzo de 2007