Un informe de Icomos, un instituto dependiente de la Unesco, considera "totalmente improcedente" la construcción del nuevo auditorio municipal de Lugo que promueve el gobierno local socialista. El organismo ha advertido de que si la edificación sigue adelante podría verse comprometida la declaración de la muralla romana como Patrimonio de la Humanidad. La construcción del auditorio enfrenta desde hace tiempo al gobierno de Lugo con la Consellería de Cultura, que dirige la nacionalista Ánxela Bugallo.
La concejal de Cultura, Concepción Burgo, declaró ayer que no encuentra una explicación para las constantes trabas que está sufriendo el proyecto del nuevo auditorio, que se ubicará en las instalaciones que en su día ocupó el cuartel de San Fernando. Cuando estaba a punto de licitarse la obra, con un presupuesto de 14 millones de euros, el Ayuntamiento se encontró con un informe de la Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura, que instaba a la paralización del proceso al entender que el edificio en el que se asentará la infraestructura cultural fue descatalogado de forma irregular. Patrimonio también advertía de que, tal y como estaba diseñado, supondría un fuerte impacto visual para la muralla romana.
El pasado jueves se alcanzó un acuerdo entre Cultura y Política Territorial, que financia la obra, y justo un día después se dio a conocer el documento del Icomos, organismo que se encarga de informar de los monumentos que son Patrimonio de la Humanidad, en el que se indica que el edificio escogido es "totalmente improcedente" desde el punto de vista cultural y de la protección de los bienes declarados.
Burgo califica de "sorprendente" la aparición del informe que, indicó, no sabe "quién lo ha pedido". "Es mucha casualidad que ahora que se había alcanzado un acuerdo entre consellerías llegue este documento", argumentó la responsable cultural del Ayuntamiento lucense, quien de forma implícita ve la mano del BNG en el nuevo revés del auditorio.
Su extrañeza va más allá al recordar que, hace un año, el alcalde, Xosé Clemente López Orozco, ofreció la posibilidad de cambiar la ubicación y utilizar la propiedad del cuartel para emplazar allí el museo de la romanización. Según Burgo, por aquel entonces fue el BNG quien se opuso al cambio. Ahora espera contar con el apoyo del grupo municipal nacionalista y la Consellería de Cultura y que dejen, dijo, "de tener actitudes partidistas".
Los técnicos municipales están estudiando el informe del Icomos para comprobar si es vinculante y adoptar una decisión junto con Política Territorial.
Los desencuentros entre el Ayuntamiento de Lugo y la Consellería de Cultura se han convertido en habituales en los últimos tiempos. Además de la polémica por el auditorio, esta misma semana la Dirección Xeral de Patrimonio emitió un dictamen en el que advierte de "graves deficiencias" en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Patrimonio entiende que el plan no garantiza protección suficiente para algunas zonas de interés histórico-artístico. Cultura afirma que es un dictamen puramente técnico, pero el gobierno municipal lo atribuyó a un acto de "talibanismo político"
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de marzo de 2007