El salón Barcelona Degusta cerró ayer sus puertas. Las cifras que maneja la organización hablan del éxito de esta segunda edición: 42.000 visitantes desde el pasado viernes y un volumen de negocio de dos millones y medio de euros. Pocos minutos después de la clausura, Francesc Carrió, director de Alimentaria Exhibitions, empresa organizadora del salón, saboreaba el triunfo logrado durante estos últimos cuatro días. "Hemos demostrado que el consumidor es exigente. La gente ya no compra chopped, quiere productos de calidad, aunque tenga que pagar más".
Degusta se ha mantenido fiel a la filosofía que impulsó su creación en 2005: dar visibilidad a una oferta gastronómica de calidad que habitualmente no tiene cabida en las grandes superficies comerciales. "Hemos democratizado el acceso a los alimentos artesanales dando al pequeño fabricante la oportunidad de vender sus productos directamente al consumidor", explicó Carrió.
Desde Galicia hasta la India, la feria ha sido un escaparate gigante de gastronomía originaria de los cinco continentes: azúcar rojo, cápsulas de consomé para cafetera, morcilla de miel, foie de caramelo y paté de avestruz han sido algunos de los alimentos que más sorpresa han causado. El salón ha ofrecido unos 2.000 productos repartidos entre 525 expositores. El más caro, una pieza de jamón serrano curado valorada en 400 euros; el más barato, una bolsa de palitos de pan con sal de algarroba que costaba 80 céntimos.
La feria se ha completado con un programa de actividades y talleres que animaban a la participación del público. Las Ágoras y Aulas del Gusto han contado con la asistencia de 5.500 personas, que han aprendido trucos de cocina de la mano de Sergi Arola, Carme Ruscalleda y Elena Arzak, entre otros destacados cocineros.
Degusta volverá en 2009. Visto el éxito de esta edición, Carrió no se pone ningún límite. "Trabajaremos para aumentar la presencia internacional, tanto entre los fabricantes como entre el público. Esperamos duplicar las cifras de este año", indicó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de marzo de 2007