Ayer se frenaron las caídas de los mercados de valores gracias a una fuerte reacción técnica en Japón, que abre la puerta a la posibilidad de un proceso de consolidación más amplio.
La Bolsa de Tokio consiguió recuperar el 1,22% al parar la brusca recuperación del yen de los últimos días, en la que pasó de algo más de 159 a 151,27 en su cambio frente al euro, y dejó el ambiente bien dispuesto para que los mercados europeos intentaran parar la tendencia negativa.
En conjunto, todos los mercados occidentales se apuntaron a la recuperación, aunque hay que destacar que a la Bolsa española le costó más trabajo que al resto. El Ibex 35 subió el 0,56%, frente al 0,92% que ganó Francfort o el 0,97% de París. La Bolsa de Londres destacó sobre el resto con una subida del 1,32%.
La desconfianza ha calado con fuerza entre los inversores españoles que, a pesar de que las circunstancias empresariales no han variado en absoluto, se lo piensan dos veces antes de volver a arriesgar su dinero en esos mismos proyectos que hace apenas dos semanas les ilusionaban. La contratación en el Mercado Continuo descendió casi a la mitad que el lunes, con 5.364,78 millones de euros, de los que 4.479,51 procedieron de las operaciones en el "mercado abierto".
La dinámica interna del mercado español estuvo marcada por el corto plazo, lo que hizo que se movieran más y más deprisa los valores más especulativos, mientras que el resto parecía conformarse con poner fin a las caídas mientras se digiere el tremendo castigo sufrido en su cotización.
Los analistas esperan que el mercado se estabilice en torno a los 14.000 puntos, aunque ayer hubo bastantes problemas para superar una primera resistencia relativa en los 13.841 puntos, cosa que al final no se logró, en parte porque los indicadores estadounidenses no fueron buenos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de marzo de 2007