Lewis Scooter Libby, número dos del vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, y uno de los símbolos de la propaganda que justificó la guerra de Irak, fue declarado ayer culpable de obstrucción a la justicia, perjurio y falso testimonio en el caso abierto por la revelación de la identidad de la agente de la CIA Valerie Plame. Libby podría ser condenado a 25 años de prisión.
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Libby fue protagonista de la campaña de la Casa Blanca para desprestigiar a Joseph Wilson, diplomático a quien la CIA envió a Níger en 2002 en busca de pruebas que demostrasen que Sadam había tratado de comprar uranio en ese país. Wilson no halló nada y lo hizo saber en un artículo en The New York Times, Libby y otros funcionarios iniciaron una operación para desacreditar a Wilson, que incluyó descubrir que su esposa, Valerie Plame, era agente de la CIA.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de marzo de 2007