Cataluña se apunta a las rebajas de impuestos. El presidente de la Generalitat, José Montilla, anunciará hoy que el Gobierno catalán reducirá de forma drástica la tributación por las herencias a lo largo de este año y del impuesto que se paga al comprar un piso, en el caso de los jóvenes.
Hasta siete comunidades han eliminado ya el Impuesto de Sucesiones: Madrid, Comunidad Valenciana, Baleares, País Vasco, Navarra y La Rioja. Y, con la reforma, el 80% de los catalanes quedarán exentos del pago. La gran novedad es una subida "apreciable" del mínimo exento, según fuentes del Gobierno autónomo, especialmente en la transmisión de vivienda de padres a hijos y entre cónyuges, que quedan fuera de tributación hasta un importe de hasta 600.000 euros. Hasta ahora, el límite era de 18.000 euros.
El Ejecutivo catalán planeó a mediados de la pasada legislatura una reforma en esta línea, pero que finalmente será más intensa ante la competencia fiscal a la baja iniciada por varias comunidades, en especial las gobernadas por el PP. Las diferencias de tributación entre comunidades están provocando incluso trasvases de contribuyentes de unas regiones a otras, en busca de beneficios fiscales.
Los cambios -que anunciará Montilla en un discurso que llevará por título Pacto de Gobierno, compromiso para Cataluña- se introducirán en la Ley de medidas fiscales y financieras que acompañará los presupuestos catalanes de 2007, prorrogados por las elecciones autonómicas catalanas del pasado 1 de noviembre.
El consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, siempre ha defendido la necesidad de reformar, pero de mantener, un impuesto que "contribuye a la igualdad de oportunidades, a que nadie parta en la vida desde una situación de absoluta ventaja".
La nueva tributación de sucesiones libera del pago del impuesto a las herencias pequeñas y medianas, especialmente en lo relativo a vivienda. Mejora el tratamiento fiscal para los familiares directos, especialmente los cónyuges e hijos. Y elimina el pago de impuestos por el patrimonio empresarial afecto a actividades productivas, mientras que asegura que el traspaso de empresas y patrimonios familiares a las nuevas generaciones "no suponga una carga fiscal especialmente costosa", según el Ejecutivo. Los cambios legislativos entrarán en el Parlamento autónomo a lo largo de las próximas semanas.
Además, el Gobierno catalán reducirá del 1% al 0,5% el impuesto sobre actos jurídicos documentados para los jóvenes que formalicen hipotecas, una promesa electoral del PSC.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de marzo de 2007