El Equipo de Protección de la Naturaleza (Eprona) de la Guardia Civil interceptó ayer, en La Salzadella, un camión cargado con 15 olivos, ante la sospecha de que habían sido arrancados y vendidos pese a la protección de estos ejemplares centenarios tras la aprobación de la Ley de Patrimonio Arbóreo Monumental de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, su propietario documentó que los árboles procedían de Andalucía, donde no están protegidos, y tenían como destino Francia.
El incidente ocurrió a primera hora de la mañana cuando una patrulla detectó la presencia de un camión con olivos de grandes dimensiones. Los agentes procedieron a inmovilizarlo hasta que llegó el propietario de los árboles, que lo es también de un almacén en el que guarda otros ejemplares. El hombre presentó las facturas y los albaranes de traslado de los ejemplares para demostrar que no procedían de la Comunidad Valenciana, donde están protegidos, sino de Andalucía. El dueño de los olivos se apresuró a aportar la documentación, incluso su licencia fiscal, y a explicar su negocio, del que dijo: "Compro, pago, vendo y trabajo 17 horas al día". Admitió que algunos de los olivos trasladados son centenarios pero insistió en que todos ellos proceden del sur de España e, incluso, de Portugal. En el almacén también hay ejemplares valencianos que no superan la edad protegida.
Las Cortes aprobaron en mayo la ley de Patrimonio Arbóreo Monumental, que se protege todos los ejemplares "de cualquier especie arbórea" que tengan más de 350 años, 30 metros de altura, 6 metros de perímetro de tronco ó 25 metros de diámetro mayor de la copa. La norma fue impulsada, principalmente por la Associació d'Amics de l'Olivera y el grupo Intercoop.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de marzo de 2007