La concentración reivindicativa que la CIG organizó ayer, con motivo del Día Internacional de la Mujer, a las puertas de una clínica de ginecología de A Coruña acabó en denuncia por agresión. Una participante en la protesta resultó herida leve tras ser empujada "violentamente" por el dueño del centro, Bayo de Enrique, y caer al suelo, donde permaneció tumbada hasta la llegada de una ambulancia.
Los sindicalistas así como la víctima, que fue atendida en el Hospital Juan Canalejo, donde le diagnosticaron traumatismo craneoencefálico leve, cursaron sendas denuncias en el juzgado contra el médico por no prestar auxilio a una persona herida.
Unos 80 representantes del sindicato nacionalista se citaron ayer por la mañana ante la clínica Argora para protestar por el acoso laboral que padece una de sus empleadas, en la actualidad de baja por ansiedad y estrés que atribuye al trato vejatorio al que le somete su jefe. Cuando el propietario de la clínica llegó, empujó a una de las participantes en la concentración y la tiró al suelo. Bayo de Enrique, según la CIG, se refugió luego en el local, sin "interesarse siquiera por el estado de salud de la mujer agredida, que permanecía tumbada en el suelo con una gran conmoción".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de marzo de 2007