El barrio de la Via Trajana presentaba ayer su mejor rostro. 12 bloques de edificios -542 viviendas- han sustituido a los viejos inmuebles aquejados de aluminosis. Los alcaldes de ambos municipios, Jordi Hereu y Sito Canga, inauguraron oficialmente el barrio reformado, a pesar de que las obras aún no están acabadas. Faltan por terminar 144 viviendas, de las 686 que inicialmente estaban proyectadas, para lo que habrá que esperar al menos dos años más.
La transformación de esta zona, a caballo entre Barcelona y Sant Adrià de Besós, se ha completado con la habilitación de espacios verdes, nuevos equipamientos urbanos, zonas para juegos infantiles y la apertura de una vía que conectará el barrio con la trama urbanística de la ciudad.
Las obras empezaron en 1995 y han costado 5,3 millones de euros.
Hereu explicó que hay en marcha nuevos proyectos urbanísticos en la zona: "Tenemos el reto de romper muchos aislamientos, como la vía del tren y el polígono industrial de La Verneda".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de marzo de 2007