Nueve mujeres científicas e investigadoras de Santiago, recibieron ayer el reconocimiento del Ayuntamiento de la ciudad un día después de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Todas han demostrado una amplia labor científica en los últimos años y han desempeñado un papel decisivo en la ciencia vinculada a la ciudad. Las galardonadas, que nacieron o trabajaron en la ciudad, son unas "pioneras", según destacó la organización del evento. María Graña Barcia, María Victoria Lareu Huidobro, Josefina Ling Ling, María Cruz Mato Iglesias, María Inmaculada Paz Andrade y María del Carmen Porto Vázquez, son algunos de los nombres que sonaron en el Hostal dos Reis Católicos, escenario de la entrega de los premios.
María Isabel Cadavid Torres, catedrática de Farmacia, dijo sentirse representando "a muchas mujeres científicas" mientras subía a recoger el galardón. La que fuera primera catedrática de Oftalmología de España, Carmela Capeáns Tomé, se tomó el premio como "un estímulo" para seguir trabajando y continuar incrementando sus más de 100 publicaciones en revistas especializadas. En opinión de María Tarsy Carballas Fernández, doctora en Farmacia, el reconocimiento "hace visible" a la mujer científica y da a conocer una "profesión apasionante a la que se dedican muchas mujeres". Las nueve científicas recibieron el premio de la mano del alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo.
Reconocimiento sindical
El sindicato nacionalista CIG, por su parte, quiso sumarse a los reconocimientos premiando a mujeres implicadas en algunas de las actuaciones sindicales más destacadas de los últimos años. Para ello, instauró el I Premio a la Igualdad de Género, que recayó en un grupo de trabajadoras de la empresa Camay por las actuaciones emprendidas contra la compañía tras el anuncio de una serie de despidos. "No somos ni mileuristas", denunció una de las premiadas; "las mujeres tenemos que juntarnos para que se nos reconozca". También fueron premiadas las trabajadoras de Mafeco por su "lucha contra la deslocalización", según manifestó la organización.
No fueron las únicas que subieron al estrado a recoger un galardón; en el mismo acto, el sindicato celebró la primera entrega de premios del Día de la Clase Obrera Gallega otorgado a los trabajadores del metal de Pontevedra, por la huelga indefinida a la que se sumaron el pasado año ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la patronal en el convenio colectivo. La razón de ser de los reconocimientos de ayer es "valorizar socialmente el mundo del trabajo sindical y de la reivindicación laboral", según señaló Suso Seixo, secretario general de la CIG. "Si los resultados sindicales siguen como hasta ahora", concluyó Seixo, "en el 2008 esperamos ser la segunda asociación sindical de Galicia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de marzo de 2007