Tengo un hijo menor de dos años, circunstancia que mientras trabajaba me daba derecho a percibir una devolución de Hacienda de 100 euros mensuales. Desde que perdí mi empleo, esta "ayuda" se ha suspendido porque, según el departamento de información de la Agencia Tributaria, se supone que ahora me puedo encargar yo misma de mi hijo y no necesito que acuda a una escuela infantil o contratar a alguien que lo cuide, que son los motivos por los que se ofrece a las madres trabajadoras la devolución.
No sé si los responsables de la norma pensaron en su momento que las situaciones de desempleo suelen ser transitorias y que, bajo la premisa que se usa para otorgar las ayudas, las madres trabajadoras estaríamos obligadas a desescolarizar a nuestros hijos los meses de desempleo y volverlos a escolarizar cuando volviésemos a trabajar. Una situación simplemente surrealista en un país donde los empleos temporales representan lo habitual en el mercado laboral y las plazas en las escuelas infantiles públicas (incluso privadas) resultan un bien escasísimo. Creo que en el fondo de toda esta situación late el macabro objetivo de penalizar al desempleado por no tener trabajo, de ponerle todos los obstáculos posibles para que cuanto antes deje de cobrar la prestación y se emplee como sea y donde sea.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de marzo de 2007