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Embajador desnudo, ebrio y con objetos 'sado'... dimite

No hay inmunidad diplomática posible, y no porque Israel sea un país de mojigatos en materia sexual. Pero lo de Tzuriel Refael, ya destituido como embajador en El Salvador, su primera misión como titular de una legación, ha rebasado los límites del decoro. Sólo llevaba seis meses en la capital salvadoreña cuando, hace dos semanas, fue hallado maniatado, borracho y desnudo en el recinto de la Embajada. Junto a él, varios artilugios de prácticas sadomasoquistas.

Una portavoz del Ministerio de Exteriores insistió en que Refael no violó ninguna ley: "Es un comportamiento que no cabía esperar en un diplomático". Otro embajador israelí, el de Australia, también fue relevado tras un comentario sobre la piel de los asiáticos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de marzo de 2007